Cada vez más personas les exigen a las empresas que tengan un total y absoluto compromiso con el medio ambiente.
Las compañías han tomado nota, pero no todas realmente respetan la ecología. En estos casos, se produce lo que se conoce como Greenwashing (lavado verde).
Lamentablemente, muchas empresas llevan adelante prácticas que en la teoría son medioambientales pero, en realidad, el único objetivo que tienen es el de incrementar las ventas.
En otras palabras, son aquellas compañías que se venden como sostenibles pero que siguen contaminando el planeta.
Cabe aclarar que hay casos en los que el Greenwashing no es adrede, sino que, en realidad, hay un gran desconocimiento por parte de la empresa.
Este tipo de técnicas tienen un impacto muy negativo en el cliente, puesto que está siendo engañado.
Pero, además, también repercute mal en aquellas compañías que realmente llevan a cabo acciones en favor del medio ambiente.
Es por eso que es clave darse cuenta cuando una compañía está haciendo Greenwashing para poder denunciar y que el cambio sea real.
Cómo evitar el Grenwashing
Hay varios ejemplos de Greenwashing en donde las empresas se venden como sustentables cuando en realidad están engañando a sus clientes.
Por supuesto que hay maneras más rápidas de darse cuenta y esto tiene que ver con las estrategias que emplea la firma y, por supuesto, con nuestra responsabilidad (muchas veces compramos algo que nos venden como sustentable y ni leemos cómo lo fabrican o qué ingredientes tiene).
Está claro que muchas firmas ocultan los verdaderos compuestos de sus productos, haciendo más dificultoso detectar la falsedad de su ecologismo.
El lavado verde más obsceno es la mentira lisa y llana. Esto es, ni más ni menos, que la venta de productos que en la teoría dicen ser ecológicos, pero la realidad muestra lo contrario. En estos casos, simplemente basta con leer los compuestos o el método de fabricación.
El maquillaje es otra forma de ocultar las verdaderas intenciones de la empresa. Consiste en utilizar palabras o llevar a cabo acciones que los consumidores asociamos a la ecología (por ejemplo la palabra BIO o usar envases verdes).
También están las firma que hacen Greenwashing a medias. Es decir, que su compromiso con el medio ambiente no es del todo cierto como publicitan.
Este es uno de los casos de lavado verde que más practican las empresas. Y es que es común que tomen alguna decisión en favor del medio ambiente pero, al mismo tiempo, siguen teniendo prácticas contaminantes.
¿Cómo reconocer que la empresa es sustentable?
Lamentablemente, hay personas que piensan que, porque varias empresas llevan adelante estas prácticas, todas son iguales.
Esto es un grave error porque realmente hay muchas firmas que han cambiado -o están cambiando- en pro de reducir su contaminación medioambiental.
¿Cómo saber, entonces, si la compañía no está haciendo Greenwashing? Pues, en primer lugar, confía en lo que dicen los certificados oficiales.
A su vez, algunas ONG´s evalúan a las marcas para ver si realmente son sustentables y las denuncian. De esta manera, por ejemplo, Adidas dejó de usar reactivos tóxicos en la fabricación de sus prendas.
Por último, no dudes en preguntar. Afortunadamente, hay cada vez más personas que saben, y mucho, sobre el tema.